Hemos leído en los medios que una empresa aérea de las denominadas “Low cost”, con un nombre muy simpático, a días de iniciar sus operaciones y en un vuelo de prueba, debió interrumpir su vuelo por una falla técnica. Días mas tarde, otra empresa de estas características realiza un aterrizaje no programado por una falla en un motor. Lo primero que la gente traduce de estos episodios es: “Estas empresas no son seguras”. Qué es lo que traducimos los que estamos en el medio aeronáutico? “Los pilotos que conducían a cada una de estas aeronaves hicieron correctamente su trabajo”. Ambas aterrizaron sin novedad porque, ante la falla técnica, los profesionales que estaban a cargo hicieron correctamente lo que tenían que hacer.
Podemos hablar de seguridad? Obviamente que los hechos nos ponen en tema de manera casi violenta. Sobre todo para aquellos que tienen aprehensión al vuelo o desconfían de la seguridad de este medio de transporte en general.
Qué deberíamos hacer? En nuestras charlas siempre tratamos estas cuestiones con un ejemplo análogo.
Vez pasada, en los supermercados mayoristas ofrecían leche larga vida a 17 pesos el litro, de una empresa de segunda marca. Probablemente, si yo estuviera en la industria lechera o supiera de química para leer en las especificaciones impresas en el envase, podría sacar alguna conclusión respecto de la calidad de la leche. Tal vez el empresario dueño de la marca es un emprendedor responsable y tiene una empresa pequeña pero de gran calidad. El tema es que yo no puedo saberlo hasta que pruebe la leche o investigue un poco más. Así que tengo varias opciones: investigar (si pudiera), o comprar y tomar la leche sintiendo que tomo un riesgo y, mediante una prueba empírica, logro saber si la leche es rica o no, si es buena para mí, etc. O, si no quiero sentirme en riesgo, pago un poco más por una leche de primera marca que me otorga un producto de confianza.
Esto último es lo que puedo manejar. Si elijo para volar empresas de primera marca, obtengo las garantías de que muchos espacios estarán cubiertos por definición.
Días pasados, en Mar del Plata, había demoras en un vuelo de una empresa low cost que opera diariamente allí. Mientras, la línea aérea de bandera, embarcó en horario su vuelo y partió para Buenos Aires. Cuando estaban rodando hacia la pista, una de las ruedas del tren de nariz se rompe y se sale de su alojamiento. El Avión retornó a plataforma, desembarcó a sus pasajeros y el avión quedó inoperativo.
Cuál es el resultado en la gente? Enojos, demoras, frustración. La empresa, en el siguiente vuelo, mandó otro avión más grande que el programado, subió a los pasajeros que habían sido desembarcados y, con dos horas de demora, volaron en forma segura a su destino. La otra empresa? Los pasajeros sufrieron 6 hs. de demora hasta que el único avión disponible pudiera ir a buscarlos para llevarlos a destino.
Es esto peligroso? No. Solamente, los pasajeros que compraron su ticket en una empresa con buenos back ups solucionaron su tema en forma más expeditiva.
Qué otras garantías ofrecen las primeras marcas? Que las tripulaciones descansan, que tienen sus vacaciones en regla, que si han volado o se han demorado mas de lo previsto se pone una tripulación de refresco aunque signifique más demoras, que los aviones están bien mantenidos aunque a veces sufren desperfectos, etc.
Queremos decir con esto que en las low cost esto no ocurre? De ninguna manera, tal vez estamos frente a un cartón de leche de segunda marca y la calidad es buena. Pero, en resumen, para los que quieren volar sin hacerse demasiados problemas, recomiendo que se compre primera marca para reducir el stress y la incomodidad que produce el desconocimiento profundo de estas cosas. Así volaremos contenidos y en paz. Y, si se tiene que tomar un vuelo low cost, recordemos lo que vimos al principio de la nota. Dos compañías que tuvieron un percance han resuelto el mismo de manera satisfactoria y, en la aviación, nada es “por suerte” o “casualidad”.
Saludos y buenos vuelos.