Hoy llegué a Berlín después de dos vuelos maravillosos. La ruta estuvo tal cual la predijo Roberto, las turbulencias casi ni se sintieron. Presenté el papel del curso y las azafatas venían a preguntarme cómo estaba. Me sirvió mucho el consejo que me dio Liliana de dejar los ojos abiertos durante el despegue y mover las manos y pies.
Quería agradecerles toda la ayuda!
Denise