En un mes dos accidentes de avión, con resultado fatal en ambos.
Antonov 148. Avión fabricado en Ucrania con licencia rusa. Es un avión a reacción. Se estrelló con 71 personas a bordo entre pasajeros y tripulantes. Inicialmente se supone que los indicadores de velocidad se pueden haber congelado. En otro diario se mencionan tres posibilidades: error humano, falla técnica y situación meteorológica.
ATR 72-500 de Aeman Airlines, empresa iraní, fabricado en Europa Airbus (francesa) y Leonardo Spa (italiana). 66 personas entre pasajeros y tripulantes fallecidos. Es un turbohélice antiguo de más de 20 años. Ni la empresa ni el fabricante dan noticias preliminares de causas del accidente. Desde noviembre de 2017 estaba en la lista de las 178 Líneas Aéreas que no podían ingresar a los cielos europeos, 66 personas no se deben haber enterado de esta medida probablemente.
Ante todo nuestras condolencias hacia los familiares de las víctimas y también de los compañeros de trabajo de ambas tripulaciones y sus familias.
Ambas empresas fueron advertidas por las autoridades internacionales acerca del cumplimiento de las normas de seguridad en cielos regulados por estándares altos de entrenamiento y de mantenimiento de aviones. Los cielos europeos y los estadounidenses son muy celosos de la seguridad en las operaciones y tienen una “lista negra” de empresas que están penalizadas para operar en sus aeropuertos.
Estos accidentes demuestran que es una buena medida sancionar a empresas que no cuentan con estándares de confiabilidad. Los aviones pueden ser antiguos, pero si se les incorpora tecnología y se los mantiene en forma siguen siendo seguros. Si no se invierte en capacitación y mantenimiento de la flota, aparecen estas tristes noticias.
Volviendo al primer párrafo, vale aclarar que son SUPOSICIONES y no certezas. La Airbus resolvió el tema de los tubos pitot, supuestamente congelados en el Antonov, poniendo 3 tubos de distintos fabricantes. Se utiliza mucho para medir la velocidad del viento en aparatos aéreos y para cuantificar las velocidades de aire. Son fundamentales para indicar la velocidad.
Otra posibilidad expresada es falla humana, problema técnico y situación meteorológica.
Cabe aclarar que para que un accidente se ocurra, deben conjugarse varios factores y me atrevería a decir que, al finalizar la investigación de ambos accidentes, seguramente se llegará a esa conclusión.
Cómo leer esto sin asustarse:
• Es un hecho que se han dado accidentes y seguirán ocurriendo.
• En el único lugar donde los pasajeros podemos ejercer un cierto control, es en la elección de la línea aérea por la que volar.
• Reconocer que no es posible a horas o días de un accidente saber a ciencia cierta qué ocurrió.
• Los accidentes no ocurren por una sola razón, siempre hay una suma de factores que crean las condiciones para que un accidente tenga lugar.
• Tener presente que así como estos dos accidentes se han dado con muy poca diferencia, el 2017 fue un año para celebrar ya que no hubo accidentes que lamentar.
• La industria investiga y luego se esfuerza para que no se vuelvan a dar las mismas situaciones que desembocaron en un accidente.