“Mejor no duermo bien el día anterior al vuelo, así llego cansado al avión y me duermo todo”. Ésta es una afirmación habitual cuando entrevistamos interesados en nuestros cursos. Es incorrecta por varias razones.
Llegar al avión sometidos a un alto grado de estrés, ya sea laboral o personal o bien con la fatiga que produce el no dormir, puede ser contraproducente.
En muchas oportunidades las personas llegan con un elevadísimo nivel de excitación y alarma que hace que se potencien sus niveles de alerta, pero mal dirigidos. En el avión deben ceder el control a quienes saben, o sea a los pilotos. Esto le agrega otro condimento al problema que es la dificultad de ceder el control, ya tratado en otros artículos.
Quiero enfatizar como agente de salud la importancia que tiene el buen dormir. Doctores de la Universidad de Harvard afirman por ejemplo que una noche de sueño el fin de semana no ayudará a recuperar las horas de descanso perdidas en la semana.
No dormir antes de viajar puede a veces generar el efecto paradojal y la excitación misma llevar a la persona a no dormirse y a generar más angustia aún. El alerta del que hablamos hace que reparen en ruidos, golpes (típicos de los aviones) o movimientos que en otras ocasiones podrían ser insignificantes y se los hipervaloren como peligrosos.
Esto se complica, además, cuando se debe recoger un auto en el lugar de destino y manejar unas cuantas horas. La falta de sueño puede generar tiempo más lento en las reacciones. Se puede sumar a la llegada de un destino, a veces desconocido, un auto nuevo y reglas de tránsito diferentes a las propias, entre otras cosas.
El equipo dirigido por el Dr. Daniel Cohen, de la División de Medicina del sueño del Hospital de Harvard, realizó estudios que probaron la importancia de los ritmos circardianos en los tiempos de reacción. “El ritmo de casi 24 horas (circardiano) de nuestro reloj interno genera un estado de máxima alerta hacia el final de la tarde, lo que impide quedarnos dormidos con cada hora que pasamos despiertos y nos permite estar alertas durante 16 horas de un día normal”. Cuando viajamos y se produce el jet lag (viajar en contra de los husos horarios), el ritmo circardiano se altera, no está bien cronometrado y es más difícil dormir 8 horas y estar despierto una.
La Dra. Mirta Averbuch, jefa de la Unidad de Medicina del Sueño del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro y Directora del Instituto Somnos, afirma que “aunque podemos funcionar bien por unas horas, la somnolencia aparecerá en horas poco habituales por las graves alteraciones en los ritmos circardianos. Y, con ella, los errores”.
Se está investigando una droga para combatir el jet lag, el armodafinilo, en revisión por la FDA, Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.
Consejos:
- Si tiene problemas de sueño, más allá del avión, consulte. Contamos con especialistas en Argentina.
- Decididamente, no llegue muy fatigado al avión.
- No tome inductores del sueño para volar pueden impedirle reaccionar en el caso de una imprevista evacuación.
- No se automedique , consulte con especialistas.
- Miorelajantes y aun inductores del sueño pueden provocar el efecto paradojal en vuelo, sobre todo si el nivel de estrés es muy alto. Ud. Desea dormirse y empeora la situación.
- Si tiene problemas para dormir en su casa , en su vida cotidiana, es una expectativa muy alta desear dormir en el avión. Consulte , su problema tiene solución.
- Si su preocupación es qué hacer durante las horas de vuelo, sin dormir, acérquese. Alas & Raíces lo ayudará a organizar su vuelo. Si está decidido a tomar medicación, nuestro psiquiatra podrá ayudarlo.
- Si duerme menos de 7hs. por día o registra otra alteración del sueño ya sea para conciliarlo o para mantenerlo, consulte Itto. Somnos.
- Los trastornos de sueño no deben ser minimizados, a largo plazo generan trastornos difíciles de tratar y de resolver.
- Si tiene hijos con dificultades para dormir, consulte. No es un problema menor.