Desde Alas y Raíces queremos acercar opiniones para poder entender el reciente accidente de un Boeing 737/700 de línea aérea Aires en San Andrés, Colombia.
Según el Cmte. Gustavo Giménez, miembro del equipo de Alas & Raíces:
La estructura del avión se partió en tres pedazos debido a un impacto fuerte del avión contra el piso de la pista donde estaban aterrizando. Ante un “hard landing” el tren de aterrizaje soporta el impacto contra el piso y las partes más lejanas del medio del avión como son la trompa y la cola pegan un “latigazo” y puede suceder lo que pasó. Ahora, cómo llegamos a ese hard landing en donde el avión se rompe?
Al detectar nubosidad convectiva que puede ocasionar turbulencias asociadas a ese tipo de fenómeno que también generan rayos y relámpagos, la decisión de continuar la fase de aterrizaje en esas condiciones muestra una apreciación de la situación meteorológica por parte del piloto. En este caso, es probable que no haya sido lo ideal. Puede haber ocurrido mala técnica de pilotaje. Es de destacar que no creo haber visto este tipo de roturas en aviones de compañía importantes como American, Iberia, Lufthansa, nuestra querida Aerolíneas y otras de prestigio reconocido.
Estoy seguro que el avión se rompe por un fuerte impacto contra el suelo. El piloto, de haber tomado la decisión de discontinuar el aterrizaje efectuando un escape podría haber salido a volar y ver de iniciar otra aproximación o irse a la alternativa.
Entre los factores que se juntan en este caso, podríamos mencionar, de lo que sabemos, una suma de condiciones meteorológicas adversas, línea aérea poco conocida y de las que no sabemos, habría que investigar la cantidad de combustible a bordo, condiciones más precisas de la meteorología, decisión de continuar con el aterrizaje normas de entrenamiento y operación de la línea aérea y muchos otros datos.
De todas maneras es de destacar que la rotura de la aeronave no se debe a la acción de un rayo o a la accion de la turbulencia.
Por su parte, el Cmte. Roberto Rubio afirma:
El tema del rayo es una coincidencia y no la causal del accidente. En la zona de San Andrés había tormentas. El aeropuerto no tiene ILS (Sistema de aproximación por instrumentos) para la aproximación. Sólo tiene una aproximación VOR (Sistema de aproximación en sentido horizontal) y DME (Indicador de distancia avión tierra). Al momento del aterrizaje había 4000 metros de visibilidad (menos de la mitad del 100%).
El rayo no es causante. Puede ser se hayan sumado una cortante de viento o ráfagas muy fuertes o un torbellino producido por tormenta y justo la presencia de un rayo. La sumatoria es lo que incide. De lo anterior se desprende que puede haber desestabilizado al avión lo suficiente como para que toque la pista antes y allí, al golpear, perder el tren de aterrizaje y los motores. Luego al correr por la pista, se quiebra”.
La Lic. Liliana Aróstegui nos propone modos de procesar toda la información que aparece.
Ante todo hay que ser cautos al momento de dar apreciaciones acerca del accidente ocurrido en San Andrés recientemente.
Ambos pilotos citados coinciden en que no fue el rayo (por si sólo) el que determinó el accidente. Queremos reiterar que cuando se da un accidente, de cualquier orden, y más aun en la aviación nunca se da por una sola causa. El sentido de volver a afirmar este concepto es el de poder decodificar la información de forma más acertada. De lo contrario cuando aparece un afirmación contundente, en este caso “ un rayo impacto en un avión y lo partíó en tres ”, tiene un impacto muy grande en quienes son aprensivos al momento de volar y ni hablar en quienes tienen miedo o evitan al avión como medio de transporte. El contacto con esta información que puede ser modificada en la investigación, incrementa la activación de pensamientos negativos hacia el avión.
Las fábricas de aviones los fabrican para que puedan sortear tormentas, tormentas eléctricas, fuertes vientos y obviamente rayos. Sabiendo que los mismos deben ser lo suficientemente confiables como para atravesar todo tipo de contingencias meteorológicas son pensados y diseñados con márgenes muy grandes de confiabilidad y seguridad. De hecho si un rayo por sí sólo pudiera hacer caer a un avión contaríamos accidentes de de aviación con muchísima frecuencia y estadísticamente es un medio de transporte muy seguro.
La buena noticia es que a pesar de haberse producido el daño total de la aeronave hubo solamente una muerte que lamentar (y no por el impacto) y pocos heridos de consideración. La sobrevida en los accidentes cada vez es mayor. Esto se da por múltiples razones, también. Materiales muy resistentes, menos ignífugos y buen entrenamiento de la tripulación para evacuar el avión.
Es importante destacar que en lo que va del año sólo se han producido 3 accidentes aerocomerciales de características fatales. En la carretera de cualquier ciudad del mundo en un mes hay más muertes. Sabemos que cuando se tiene miedo, la creencia es que a uno le puede tocar. Así es, pero en la vida diaria corremos muchos riesgos y los asumimos ya que los enfrentamos a diario y se cree que uno posee más control.