Planificar las vacaciones en el receso invernal puede ser un hermoso momento… o la tan temida proposición, cuando algún miembro de la familia o amigos eligen un destino que incluye al avión como medio de transporte. Aparecen las excusas que muchas veces por repetidas dejan de ser creíbles. “Es mejor ir en auto, podemos parar cuando queremos y sacar fotos y apreciar el paisaje”, y, y…
Claro que ni el que da las excusas se las cree.
El avión se puede evitar tanto como uno desee o hasta que la vida, un hijo o nieto se va estudiar o a vivir afuera, la posibilidad de un trabajo, la necesidad de hacer un tratamiento de salud, cosas lindas o feas, pueden ponernos en la NECESIDAD de tomar un avión. Lo cierto es que cuanto más se evite tomar un avión el miedo cada vez se va haciendo más grande, tan grande que resulta impensable poder lograrlo.
La fobia a volar (evitar volar) tiene una particularidad en relación con otras fobias. En el caso del avión, resulta de mucha ayuda la información, sí, aprender acerca del avión. Éste va por un medio que es desconocido para los pasajeros. Habitualmente nos manejamos en 2D (dimensiones) pero cuando estamos en el avión, el medio en el que nos movemos es en 3D, aunque estamos dentro del avión y es él el que se mueve en el aire, todos los movimientos son desconocidos, algunos bruscos en el caso de la turbulencia y sobre todo sorpresivos. Todo esto hace que las personas más aprensivas y con mayor sensibilidad corporal interpreten esos movimientos como peligrosos en lugar de poder contemplar que son incómodos.
El equipo de Alas y Raíces tiene una invitación especial: APRENDER. Sí!, aprender de aviones, de fabricación de aviones, de la industria en general, de los entes reguladores, de los pilotos y su entrenamiento, de la meteorología y de muchos otros temas que pueden dar luz a la oscuridad de la visión de túnel que se cierne cuando por largo tiempo se esquiva por todos los medios aquello que se teme.
La información de la que hablamos debe ir acompañada de otros recursos que colaboren con la posibilidad de utilizar esa data en ese lugar temido. Para ello utilizamos algunos recursos cognitivos y técnicas de atención plena, Mindfulness.
Y si tu problema no es la evitación, porque viajás pero con muchísimo malestar, todo lo antes dicho puede colaborar para que el malestar no siga creciendo y prevenir posibles evitaciones en un futuro.
Dedicarse 12 horas en 2 días para intentar superarse y pasarla mejor en las vacaciones desde el traslado y no sólo en el destino, bien vale la pena. Los esperamos.