El 29 de Agosto, un avión de Latam que partió de Buenos Aires aterrizó en Las Termas de Río Hondo porque se vio afectado por granizo en pleno vuelo. La consecuencia fue que su estructura se vio dañada, la trompa, los bordes de ataque y probablemente otras partes estructurales. Esta situación fue muy considerable para la línea aérea ya que ese avión quedó inoperativo hasta tanto se le practiquen las inspecciones correspondientes.
Los pasajeros seguramente vivieron tensión, miedo y hasta pánico, tal vez. Pero lo más importante para destacar es lo que soporta un avión. ¿Hubiera sido mejor que eso no ocurriera? Sí, obvio. Ahora bien, quién puede asegurar que ese no fue el mejor lugar para pasar por esa tormenta? La investigación lo dirá.
Los hechos: el comandante y su tripulación aterrizaron sin lesionados.
¿Qué pueden hacer los pasajeros de ese vuelo? Centrarse en lo positivo. El neuropsicólogo Rick Hanson afirma que nuestro cerebro es como si tuviera velcro para fijar lo negativo y teflón que hace resbalar lo positivo. Nuestro consejo para los pasajeros del vuelo 7570 de Latam, y de los que son muy influenciables por las noticias, es que no dejen pasar mucho tiempo antes de volver a volar. Esos fenómenos no son habituales y cuanto más tarden en subirse a un avión más se va a agigantar el recuerdo negativo de ese vuelo y más se va a alejar el recuerdo de lo positivo, todos a salvo y solo un buen susto.
Y ahora hablemos de Irma.
¡Cuánta potencia devastadora! Los daños materiales son muchísimos y lo peor, muchas vidas que se fueron a su paso. Se tomaron muchas medidas de seguridad, se evacuó a mucha gente pero igual, los daños han sido monstruosos. San Marteen, Cuba y La Florida, los más afectados. Irma no pasará al olvido. Sin embargo, nada para lamentar en la aviación aerocomercial.
Esto no es por suerte, sino por prevención. Se cierran los aeropuertos, se desvían los vuelos, y sin embargo los aviones científicos vuelan dentro de ese salvaje fenómeno para reconocerlo, tomar parámetros que permitan predecir, aprender del comportamiento de los vientos y esos aviones pueden ir volando dentro de un huracán sin dañarse, eso y mucho más se banca un avión.
Unos locos, podemos pensar, a quién se le ocurriría idea semejante, pero son científicos curiosos y trabajan para poder en otras ocasiones tomar medidas para cuidarse mejor. Incorporar más prevenciones aún.
Nuestras condolencias a todos los pueblos que por pequeños y aislados no mencionamos, por desconocerlos, que han padecido esta furiosa tempestad. Nuestro deseo de que pronto puedan recuperar la calma y el deseo de que Irma se vaya disolviendo prontito. No queremos olvidar a todos nuestros hermanos de Argentina que vienen sufriendo inundaciones tras inundaciones. Pueblos aislados, comunidades alejadas de la civilización por las aguas, el lodo y el desamparo. Nuestro deseo de pronta recuperación para todos y animar a quienes nos leen a acercarse a la fundación más cercana, a la parroquia o templo que conozcan para donar lo que se pueda. Todo será de ayuda. Un paquete de azúcar, lentejas, un abrigo, medias. Todo será bien recibido.