Todos aquellos que nos consultan tienen clara conciencia de que su miedo es irracional, por lo general ya han volado y en algunos casos lo han hecho muchas veces.
Una de las cuestiones centrales tiene que ver con la atención selectiva respecto de las sensaciones corporales que se suscitan en un vuelo, ya sea por los movimientos propios del avión o por algunos relacionados con turbulencia. Esas sensaciones corporales son interpretadas catastróficamente y aparecen en la mente pensamientos oscuros que generan emociones ligadas al miedo, lo incierto, la sorpresa. Todo esto se produce en gran medida porque las respuestas que desencadenan esos estímulos son automáticas.
Las respuestas automáticas no permiten generar nuevos aprendizaje, ni siquiera cuestionarse esas respuestas automáticas porque generan puntos ciegos en el conocimiento y paralizan en lugar de lograr explorar y así integrar otra información que des-confirme la certeza de peligro.
El entrenamiento en Mindfulness, atención plena, permite desarrollar una mente más clara y ayuda a generar un espacio amplio en la mente y así lograr que nueva información pueda ser incorporada. Tanto la información racional acerca de aviones, mantenimiento, meteorología, entrenamiento de pilotos, etc, como de la experiencia concreta de haber volado sin pasar ningún riesgo, no es tomada en cuenta. Es por ello que aparecen los juramentos de no volver a volar. No es real, sólo fue percibido un peligro inminente y no se puede integrar el conocimiento de que nada malo ocurrió. En esos casos queda grabado en la mente el terrible sufrimiento padecido que muchas veces logra borrar toda la buena experiencia de un viaje hermoso en familia.
La práctica de Mindfulness genera un campo propicio para cuestionar la manera de percibir, siendo ésta una de las causas de los automáticos que llevan a evitar volar en avión además de abrir la capacidad de dar respuestas creativas frente a situaciones reiteradas.
Esto es no quedarse encerrado, aislado, convencido de no tener solución. Enfrentar los miedos y no evitar es la única manera de avanzar. Las redes de los miedos, si no se tratan, van creciendo hasta lograr convencer a una persona de evitar como única respuesta, automática, para sobrevivir. Claramente la evitación no debería ser una opción.
Nuestro Curso apunta claramente a todo lo expresado.