Estamos llegando al fin de un nuevo año y junto con eso regocijándonos con la presencia del verano. Todo eso trae aparejado, por una parte el agobio del año transcurrido y la necesidad de descanso, pero también el pensar, como contrapartida, en las vacaciones. A veces algo tan gratificante como planearlas y soñarlas, para muchos se convierte en una verdadera tortura a partir de que a algún miembro de la familia, o novio/a, amigo/a se le ocurre incluir en ese plan un viaje en avión.
Cuando aparece ese fantasma generador de mil excusas para evitar volar es que la persona está en problemas, porque las vacaciones se convierten en un motivo más de estrés.
El miedo a enfrentar esa situación, para muchos de los que lo padecen, implica no poder conectarse con el disfrute. Hemos escuchado: Justo en este momento del año! Yo necesito descansar y no pensar en mi miedo… y entonces obliga a los acompañantes a buscar otro destino, lo cual provoca bastante malestar. Entonces, sea porque se animan pero el esfuerzo es tremendo, sea porque cambian el lugar para vacacionar, el estrés aparece irremediablemente.
Qué proponemos para estas situaciones?
Si el miedo a volar impide subirse a un avión o bien el sufrimiento que provoca es muy intenso, Alas y Raíces puede ayudar a atravesar esa situación y tratar de transitarla de la mejor manera, aunque ello no signifique ausencia de molestia.
Uno de los nuevos aportes hechos al Curso de Alas y Raíces, hace ya un par de años, está relacionado con poder tomar conciencia de cuánto aleja del momento presente el recuerdo de situaciones pasadas y la anticipación de catástrofes por venir que generalmente se desatan en los pensamientos.
Algunas prácticas de Mindfulness que hemos incorporado brindan un recurso más para hacerle frente al estrés que genera viajar en avión y el viajar en general.
Mindfuless o Atención Plena brinda la posibilidad de darse cuenta cuando uno queda atrapado en pensamientos, recuerdos, imágenes o fantasías y propone volver al momento presente de una manera amable. Pelearse con los propios pensamientos hace que éstos se agranden, ignorarlos no da resultado, evitar enfrentar el avión (o cualquier situación) es un mal recurso. Aprender a estar con los propios pensamientos es un aprendizaje que sirve para el avión y para la vida.
Deseando que puedan empezar a tomar cuenta de que hay solución posible a este miedo, es que nos acercamos desde este boletín para sugerirles, a los que no se animaron aún, a enfrentar el miedo, que se contacten y cuenten con nosotros y a los que ya lo han hecho, les manifestamos el agradecimiento por haber confiado y habernos permitido ayudarlos.
A todos muchas felicidades!