Para que comprendan el grado de fobia que tenía, el año pasado acompañé a mi padre al aeropuerto de Ezeiza. Era tal la angustia que me generaba el solo hecho de estar en las instalaciones que no veía la hora de irme del lugar, aun sabiendo que no era yo el que viajaba. Para mí era algo imposible el poder planear un viaje en avión, ni lo imaginaba.
Luego de meses de pensar que no podía seguir teniendo esa posición (ya que me estaba perdiendo la posibilidad de conocer diferentes países y disfrutar con mi familia) tomé la decisión de organizar un viaje junto a mi novia y sacamos los pasajes, una vez hecho esto comencé a consultar sobre el curso, en cuanto me brindaron la info no dude en anotarme.
Desde el comienzo con la entrevista brindada por Inés me sentí muy a gusto, compartí mis sensaciones y me di cuenta que era más común de lo que creía, me fui aliviado y con entusiasmo por comenzar el curso.
Una vez en el mismo conocí a Lili, que junto con Inés nos brindaron apoyo y calidez humana desde el primer minuto, haciendo todo para que estemos a gusto y podamos comenzar a soltarnos para contar nuestras experiencias y miedos.
Luego de finalizar la segunda jornada (habiendo pasado por el simulador y la charla con Cristian el cual nos brindó muchísima información técnica) me sentí súper aliviado, sabía que estaba superando ese temor en un 50%, el resto lo iba a superar cuando me suba y haga mi primer viaje luego del curso, cosa que así fue, una vez que nos encontramos en el aeropuerto no veía la hora de subirme al avión para por fin cortar con esta fobia y demostrarme que lo pude lograr. Tanto el viaje de ida como el de vuelta fueron muy buenos y en todo momento Lili nos consultaba si estábamos bien o si teníamos alguna duda.
Recomiendo 100% realizar el curso, sinceramente para mí y creo que para mis compañeros fue un antes y un después.