Sole

Hice el curso en Diciembre. Iba a realizar mi primer vuelo a los pocos días pero al final no pude (por circunstancias ajenas a mí) pero finalmente el jueves 9 de Julio hice mi primer vuelo después del curso.

El viaje fue un festejo sorpresa de mi marido por aniversario de novios (cumplíamos 5 años de novios). La noche anterior me dijo que en unas horas nos íbamos a Tucumán de viaje…EN AVION!!!

Todos en mi familia sabían de la sorpresa menos yo, todos sabían que nos íbamos en avión menos YO!!! Todos sabían lo que esto significaba para mí, mi primer vuelo después del curso.

Mi primer sentimiento o sensación fueron MUCHOS NERVIOS y ANGUSTIA, casi no dormí esa noche pero para sorpresa mía al día siguiente estaba muy relajada. Me levanté, desayuné (consejo que ustedes me dieron de no ayunar antes de viajar), me vestí cómoda, y en mi mochila de mano llevé todo lo necesario para armar “mi campamento en el avión”, como nos sugirió Lili (muchos de los consejos, me di cuenta que los estaba poniendo en práctica en ese momento sin darme cuenta, que los había internalizado en el curso).

Llegué sin nervios al aeropuerto, hicimos el check-in, momento que en el que siempre empezaba mi catarata de llanto pero… seguí tranquila sin llorar (pero no presionándome para no hacerlo sino simplemente sin sentir ganas o desesperación), embarcamos y me acomodé en mi asiento, saqué todas las cosas de “mi campamento” (carilinas, crucigrama, revistas, lapicera). Mi marido, Edu, guardó las camperas arriba y me senté tranquila. Le pregunté a la azafata cuanto duraba el vuelo y fue lo único que tuve que preguntar porque…SEGUI TRANQUILA!

Al rato de estar volando, nos permitieron cambiarnos a los asientos de emergencias… pude caminar en el avión sin tener miedo!

Algo que me gustó mucho es que el piloto nos hablara, nos dijera del tiempo, de las condiciones del viaje y demás. Me sentí como que estaba al tanto de lo que iba pasando.

En un momento hubo turbulencias, y Edu se había levantado justo al baño. Las pasé sola pero… tranquila. Me acordé de todo lo que vos, Roberto, nos habías dicho: “es sólo incomoda, no es peligrosa”. Me repetí varias veces en mi cabeza.

Me sorprendí a mí misma, me acordé de muchísimas de las cosas que (Lili y Roberto) nos habían enseñado y explicado… fue GENIAL!!! No me bloqueé sino que pude racionalizar y no me dejé ganar por el miedo ni la angustia, no me dejé llegar a ese punto, mantuve la calma.

Mi peor momento era el despegue (antes del curso) pero ni lo sentí. Miré por la ventanilla (racionalice que era corto, que se inclinaba poquito, que tenía que ser así y que pasaría rápido) y antes de que me volviera a acordar ya nos estaban dando algo de tomar. Pude comer y tomar bebidas, leer y charlar…todo TRANQUILA.

Llegó la hora de aterrizar y estaba muy contenta porque ya me había dado cuenta que la prueba más difícil ya estaba casi superada!

Cuando bajamos lo primero que hice fue decirle a mi marido: “Estuvo genial, pude estar tranquilaaaa!!!”, él también estaba muy contento porque me vió muchos años sufrir cada vez que volábamos. Después lo llamé a mi papá, que fue el que me anotó en el curso (piloto muchos años y quien en un viaje que hicimos juntos el año pasado vio lo que yo sufría) y cuando me preguntó que tal el vuelo pude por primera vez en más de 10 años decir: “LO PASE BIEN, NO ESTUVE NERVIOSA”.

Pude disfrutar los 4 días de paseo sin acordarme ni torturarme a mi misma pensando en que tenía que volver a volar para volver a Bs As.
Esta vez dormí bien a la noche y al día siguiente tomamos el avión y sentía lo mismo… TRANQUILIDAD!

No me puse mal, no lloré ni nada de todo eso tan feo que sentía siempre… volé tranquila!

Para que se den una idea del cambio que sentía… quiero volar de nuevo, y seguir haciéndolo! Pensé que NUNCA iba a poder decir esto!

No saben el alivio que sentí cuando vi que podía volver a subirme de nuevo a un avión sin tener que pasar por una noche de insomnio, pensamientos horribles, llanto antes, durante y después de volar. Es difícil explicar la sensación de alivio que se siente poder pasar el vuelo y no sentir todas esas cosas. Volar como volaba antes de tener miedo!!!

Ya estamos planeando con mi marido un viaje a Salta y la idea de volar no me trae nervios ni angustia! (antes, de solo pensarlo me agarraban los nervios!)

Espero no haberlos aburrido con tanto mail y detalle pero es mi forma de darles gracias por todo el esfuerzo y dedicación, sobre todo el apoyo que sentí por parte de ustedes en el curso; quería contarles mi primera experiencia de vuelo a fondo después del curso. Quería que supieran lo muchísimo que me han ayudado.

HE VUELTO A VOLAR TRANQUILA! Sigue pareciéndome increíble poder decirlo, pensé que nunca más lo iba a lograr pero pude!

Espero que a medida que siga viajando en avión cada vez sea mayor la tranquilidad y lo disfrute como antes. Sé que es un camino que hay que hacerlo de a poquito pero estos dos primeros viajes fueron UN GRANNNN paso para mí!!!

Esto ha sido algo MUY IMPORTANTE para mí, un adelanto increíble! GRACIAS, MUCHAS GRACIAS por haberme ayudado.

Sole
Deslizar arriba